EL ESPAÑOL SERÁ EL NÚMERO 1 DE RENAULT Y YA HA EMPEZADO A DAR ÓRDENES
Tras la experiencia vivida en McLaren el pasado año, Alonso ha blindado su condición de primer piloto
Germán G. Casanova
No es una cuestión de conseguir un trato de favor o preferencial. Es cuestión de poder trabajar tranquilo sin miedo a que, en tu propio equipo, no te den las mejores armas. Esta frase vendría a resumir la filosofía que Fernando Alonso ha tratado, por medio de sus representantes, de infundir en el nuevo contrato que ha firmado con Renault para las dos próximas temporadas. Es más, al final de la próxima podrá, unilateralmente, dejar el equipo en los tres siguientes supuestos: que Renault no haya hecho lo suficiente para construir un coche ganador; que no se le haya dispensado trato de primer piloto; o que le llegue una oferta de una escudería mejor.
Alonso se ha guardado esa carta en la manga, pero los que piensen que la utilizará para irse a Ferrari a las primeras de cambio es que no han entendido cómo es y cómo actúa el asturiano. Ahora mismo, el bicampeón sólo tiene una cosa en la cabeza: convertir a Renault, de nuevo, en un equipo ganador y superar, primero a McLaren y Hamilton, y, después, a Ferrari. El único objetivo ahora del español es no tener que aceptar nunca una oferta de la Scuderia, oferta que, por otro lado, nadie asegura que un día llegue, y demostrar que puede volver a ser campeón sin pasar por Maranello.
Para ello Alonso se ha puesto ya el mono de trabajo. Antes de Navidad mantendrá reuniones con los ingenieros de Renault para sentar las bases de por dónde deben ir los tiros, aunque el equipo tiene ya el R28, sobre el que está trabajando desde la mitad de la pasada temporada, ya muy adelantado. Esa puede ser la gran ventaja y la gran suerte de Renault y de Alonso.
Hamilton, frustrado
Lewis Hamilton, por su parte, esperaba ayer que la política tenga menos protagonismo el próximo año y admitió haberse sentido “frustrado” porque el escándalo del espionaje y su relación con Alonso centraran toda la atención. “2007 ha estado lleno de sobresaltos y altibajos, pero estoy muy feliz y orgulloso de haber formado parte de todo ello. Pero por lo que al tema político se refiere, ha sido frustrante”.
El británico espera “que el próximo sea un año más tranquilo y que podamos divertirnos. Mi única preocupación es que la concentración y determinación del equipo no se vean afectadas y espero que sigamos teniendo claro que somos los mejores y que podemos ganar el campeonato”.
Y Piquet sale respondón
Tras la ‘tortura’ Hamilton, padre e hijo, el próximo año llega un nuevo tandem familiar al box de Alonso, aunque esta vez el ‘padre’ no es un ferroviario, sino que es, nada más y nada menos, que un tricampeón mundial de F1 (1981, 83 y 87), Nelson Piquet. “Ha llegado el momento de que Nelsinho demuestre su talento. Es un piloto rápido, pero tiene que llegar a la F1 convencido de que, esté quien esté al otro lado del box, debe superarle. Esa es la única forma de demostrar si eres bueno o no en esta competición. Mi hijo no va a ser el segundo piloto de nadie”. Ya empezamos.
Piquet padre, además de por ser triple campeón, se hizo popular porque trataba de desestabilizar a sus rivales con ácidas declaraciones. Mítico fue su enfrentamiento con Nigel Mansell, al que derrotó corriendo en el mismo equipo (Williams-Renault) en 1987. “Mansell tiene las dos mujeres más feas del mundo”, dijo cuando le comentaron que el inglés había mandado esculpir una estatua a su esposa. Piquet padre, gran entendido de un deporte que le respeta por su condición de tricampeón, será un hueso tan duro de roer como el incordiante papa Hamilton, que salía más por la tele que su propio hijo.
(via sport.es)
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